El acceso a la Terminal de Ómnibus de Santa Fe volvió a mostrar un deterioro pese a haber sido reconstruido hace menos de un año. En la calzada interna —el punto por donde ingresan y salen los micros de media y larga distancia— reaparecieron grietas, hundimientos y un pozo que afecta parte de la franja de rodamiento.
La imagen tomada este jueves demuestra el estado actual: un sector de hormigón quebrado, con desprendimientos irregulares y fisuras abiertas, justo en el tramo donde habitualmente circulan las unidades de mayor porte. El daño es similar al registrado el año pasado, antes de que la Municipalidad ejecutara la obra de reconstrucción integral.
En febrero de este año, el Municipio había inaugurado la reparación completa de la calle interna entre Suipacha y Alem, una intervención que incluyó el reemplazo del pavimento, la reconstrucción de la base y la limpieza de los desagües, que estaban obstruidos en un 90 %. La obra —a cargo de BLS Construcciones SA— demandó una inversión oficial de $312 millones.
Tránsito pesado
Pese a eso, el peso constante y acumulado de los micros volvió a deteriorar el hormigón. Choferes y personal de la terminal señalan que la rotura se hizo visible en los últimos días y que creció rápidamente con el aumento del tránsito.
La situación preocupa porque ocurre a las puertas de la temporada de verano, cuando la circulación se incrementa de manera notable. Entre diciembre y febrero, la cantidad de unidades que operan en la terminal se duplica, lo que podría acelerar aún más el desgaste y complicar la operatividad diaria.
