La obra de ampliación de la planta potabilizadora de Santa Fe, que comenzó a mediados de julio del 2022 en barrio Candioti, también enfrenta dificultades por la «ralentización» de las obras públicas en la provincia.
El 19 de abril, ingreso a la sede local de la Uocra una nota de la Unión Transitoria de Empresas (UTE) que está a cargo de la obra (Obring – Bassa). En ese escrito notifican al gremio que van a avanzar con la suspensión de personal de obra a partir del lunes 24 de abril y durante 14 días.
“La presente decisión se funda en la ralentización-paralización de obra por inconvenientes contractuales y la falta de pago en la que está incurriendo el Ministerio de Infraestructura de Santa Fe”, advierte la UTE.
El Ministro de Gobierno, Marcos Corach habló sobre la situación actual de la provincia en cuanto a las obras públicas.
El ministro Corach aseguró que es muy difícil gestionar con una inflación como la que venimos teniendo, los precios que se pasan son más elevados que los presupuestos oficiales porque cada empresa tiende a cubrirse porque no sabe cómo sigue, por eos necesitan aumentar los costos. Tenemos una seria dificultad, no estamos exentos.
También aseguró que «no hay obras paradas, hay obras ralentizadas. No hay manera de sostener el mismo ritmo porque las empresas no pueden sostenerlo ni el gobierno hacer las erogaciones en los tiempos que tenía previstos».
Además, el gobernador Omar Perotti, sostuvo que «estamos en Argentina y hay obras que se hacen en la provincia que hemos gestionado con el gobierno nacional, que tienen financiamiento nacional y el cumplimiento de ciertas pautas sobre los niveles de gasto del estado y deficit fiscal que impactan cuando los recursos no están».
Hasta finales de febrero, el Gobierno de Santa Fe venía pagando los certificados de obra a las empresas contratistas con un plazo de 45 días, pero a partir de marzo -y lo que va de abril- los pagos se extendieron a 60 días (el límite que establece la Ley de Obras Públicas de Santa Fe) y en algunos casos todavía más, una situación que «jaquea» a las empresas en un escenario de altísima inflación.